martes, 2 de agosto de 2016

Los paramilitares como actor geopolítico en Colombia

Cuando ya transcurre el segundo semestre de 2016, y la  sociedad colombiana se prepara para ratificar los acuerdos de paz que se han venido logrando en La Habana, entre los representantes del gobierno que preside Juan Manuel Santos y los representantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP), resulta oportuno detenerse a echarle una mirada al fenómeno del llamado paramilitarismo, toda vez que tanto voces de la guerrilla como de organizaciones sociales,consideran  que una  condición imprescindible  para que la paz se consolide, es que  las estructuras paramilitares que aún subsisten, sean desmanteladas en su totalidad.
Los paramilitares como actor geopolítico en Colombia

Al hacer la revisión de algunos materiales escritos sobre este fenómeno, destaca el artículo de Iván Cepeda-Castro (Los paramilitares: dispositivo del modelo "democrático" de control social), en el que se hace la siguiente precisión: “A grandes rasgos el período de gestación y estabilización del fenómeno paramilitar en la historia más reciente de Colombia se sitúa entre 1982 y 1994; etapa que abarca desde la implantación del proyecto paramilitar en el municipio de Puerto Boyacá hasta la primera cumbre de las autodefensas, realizada en diciembre de 1994”.
Más adelante Cepeda-Castro aporta un dato importante que lleva a darle el calificativo de actor geopolítico a los paramilitares,en tanto que entraron a participar en las rivalidades de poder en el territorio colombiano, ya que de un planteamiento de autodefensa y seguridad de la propiedad de la tierra, se pasó a la lucha por el control territorial, “que significa el dominio total de una región, municipio, ciudad o zona de la ciudad, e implica el manejo de su economía, el copamiento del aparato estatal, la intervención en el funcionamiento de las instituciones sociales y la supervisión de los habitantes de la región”. Algo que se aprecia, en su amplia extensión, en el mapa anexo.

Por Alfredo Portillo

alportillo@ula.ve

1 comentario:

  1. En esencia, el control militar, ya sea de orden regular o irregular, implica control territorial y este, a su vez, es control político. El poder, sin importar su naturaleza, siempre es poder sobre otros. Gracias por compartir.

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