Mostrando las entradas con la etiqueta ONU. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta ONU. Mostrar todas las entradas

domingo, 21 de febrero de 2021

El regreso del cambio climático

El cambio climático está de regreso. No porque se hubiera ido, o porque haya cesado, sino porque Estados Unidos, por decisión de su nuevo presidente,  Joe Biden, se ha reincorporado al Acuerdo de París, lo que implica retomar los esfuerzos para contribuir a reducir los gases de efecto invernadero y mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2 ºC, en comparación con los niveles preindustriales.

Y es que resulta absolutamente incomprensible la política ambiental que llevó adelante el ahora expresidente Donald Trump, como dejando a la deriva los destinos de la humanidad toda, tomando en cuenta el peso económico y militar que, en el contexto global, aún tiene Estados Unidos. Por tal razón, no queda más sino aplaudir el reencauzamiento iniciado por la administración Biden-Harris.


Porque no se trata únicamente de la contribución que pudiera hacer Estados Unidos, como nación y como sociedad, a reducir los números globales de los dos indicadores arriba señalados, sino que se trata también de los enormes esfuerzos de coordinación que hay que hacer junto con unidades geopolíticas líderes como Naciones Unidas, Unión Europea, Rusia, China, India, entre otras, para conciliar políticas e iniciativas en la dirección correcta.

Ya a estas alturas, cuando se transita por  el comienzo de la tercera década del siglo XXI,  muchos de los efectos del cambio climático no se podrán evitar, por lo que hay que pensar en cómo se va a lidiar con eventos como inundaciones, sequías, nevadas, incendios forestales, entre otros, que ocurrirán en diferentes países y regiones del mundo, con consecuencias desastrosas para  grandes masas humanas.

Es decir, la tarea que está pendiente  en el plano de las exigencias globales, es la conformación de una coordinación operativa global para hacerle frente a lo que está por venir y, no hay duda, que la contribución de Estados Unidos en ese sentido será decisiva.

Por Alfredo Portillo

alportillo12@gmail.com

viernes, 29 de enero de 2021

Geopolítica de las vacunas

¿Por qué hablar en este espacio y a comienzos de este año 2021 de geopolítica de las vacunas? Bueno, la respuesta es muy sencilla: el proceso de investigación, producción, distribución y aplicación de la vacuna para neutralizar la pandemia desatada por el Covid-19,  ha generado una intensa dinámica geopolítica. Es decir, ha sido un incentivador de las rivalidades de poder que existen a escala mundial, hemisférica, continental, regional y nacional. 


 

A pesar de que voces como las del Secretario General de la ONU (Antonio Guterres), la del Director General de la OMS (Tedros Adhanom) y la del Papa Francisco, entre otras, han clamado por una justa y oportuna distribución de las diferentes versiones de la vacuna anti-Covid19, la realidad parece  indicar otra cosa. En los tres principales polos de poder donde se han creado y se están produciendo las vacunas, vale decir, Europa-Estados Unidos, Rusia y China, se están haciendo cálculos para determinar cuáles son las estrategias más adecuadas para su distribución, tanto desde el punto de vista del cuándo (tiempo), como desde el punto de vista del dónde (territorio).

El caso es que, la producción y distribución de las diferentes versiones de la vacuna pasa por la  madeja de filtros que existe  en las relaciones de poder. 

  • En primer lugar,  porque entre los tres polos hay una cierta relación de cooperación y competencia al mismo tiempo. 
  • En segundo lugar, porque cada polo tiene alianzas estratégicas específicas con diferentes actores, tanto estatales como no estatales, ubicados en el resto del mundo. 
  • En tercer lugar, porque la pandemia está teniendo un importante impacto adverso en la economía global, de manera más acentuada en algunas regiones, naciones y territorios intranacionales. 

Y finalmente, porque las diferentes versiones de las vacunas son en sí mismas, un arma de presión e incluso de chantaje contra aquellos que las necesitan. Es decir, la pandemia como problema es global, pero su solución no lo es y pasa por el cálculo.

Por Alfredo Portillo

alportillo12@gmail,com

domingo, 1 de diciembre de 2019

Emergencia climática


A escasos días del inicio, en Madrid (España), de la 25ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25), el Parlamento Europeo, la instancia parlamentaria que representa a los ciudadanos de la Unión Europea, aprobó declarar la emergencia climática, como una manera de llamar la atención sobre la gravedad que ha adquirido el fenómeno del cambio climático.


Emergencia climática


La declaración del Parlamento Europeo se une a  similares iniciativas que han tomado, durante este año 2019, instancias ejecutivas y legislativas de municipios, ciudades y  países de diferentes continentes del mundo, y organizaciones científicas, ecologistas, políticas y sociales que han querido hacer sentir su preocupación, por lo que se considera la más grave amenaza para la vida en el planeta Tierra.

El cambio climático es una realidad, y está afectando en mayor o menor grado a todos los países del mundo, toda vez que  sus planes de desarrollo se están viendo afectados por los inesperados  y recurrentes fenómenos de sequías, huracanes, inundaciones e incendios forestales, y por procesos de desertización, deshielo y aumento en los niveles de los mares. Los países más pobres y vulnerables son los más amenazados. Su capacidad de respuesta es muy limitada y el juego geopolítico no se detiene.

La emergencia climática, más que una consigna, es ya una necesidad. Las propuestas y los programas de las organizaciones políticas y de los gobiernos, en sus diferentes espacios territoriales, tendrán que ser transversalizados por medidas que apunten a mitigar los efectos del cambio climático. Las sociedades, a través de sus diversas formas organizativas, en lo adelante se harán presentes en las calles para presionar en procura de cambios en los patrones de crecimiento y desarrollo. El cambio climático es el problema. La emergencia climática es la impostergable acción. El mundo no espera más.

Por Alfredo Portillo

alportillo@ula.ve

miércoles, 5 de abril de 2017

¿Elecciones en Venezuela supervisadas por la ONU y con presencia de los cascos azules?

Recientemente el Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, hizo un llamado para que las fuerzas  políticas que están en confrontación en Venezuela retomen el diálogo,   a fin de conseguir una solución que alivie las crecientes tensiones que amenazan con derivar en un conflicto de gran envergadura. Guterres se ha unido así a las diferentes voces, incluida la de Papa Francisco, que claman por una solución dialogada en  la tierra de Simón Bolívar.

¿Elecciones en Venezuela supervisadas por la ONU y con presencia de los cascos azules?

Seguramente que la perspectiva que Guterres tiene sobre lo que acontece en Venezuela, es la de alguien que ha visto muy de  cerca el origen, la evolución y el desenlace de numerosos conflictos en diferentes regiones y países del mundo. Él sabe muy bien lo que significa tener que apelar al Consejo de Seguridad de la ONU, para que éste apruebe el envío de las Fuerzas de Paz de la ONU, mejor conocidas como los cascos azules, a lugares donde se ha producido el ascenso a los extremos.
Por supuesto que la pregunta-título del presente artículo simplemente plantea la  posibilidad del peor escenario para Venezuela, y es el resultado de juntar las posiciones más extremas que ambos bandos han manifestado a lo largo de los últimos 18 años, desde que el fallecido Presidente Hugo Chávez asumió el poder a comienzos de 1999.
En Venezuela se habla de la necesidad de una nueva hegemonía, del acatamiento de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, de la necesidad de derogar dicha constitución, de unión cívico-militar, de paramilitarismo colombiano infiltrado, de colectivos armados, de un nuevo modelo económico productivo, de modelo económico fracasado, de acabar con el chavismo, de intervención extranjera, etc, etc.  A todas estas, el diálogo y la conformación de un  acuerdo mínimo de gobernanza no parecieran prosperar.
El mundo todo observa los acontecimientos que se desarrollan en el territorio de un país rico en petróleo, gas, minerales, agua, tierras y biodiversidad. Los criterios de la seguridización (securitization) comienzan a ser considerados.

Por Alfredo Portillo

alportillo@ula.ve

lunes, 15 de agosto de 2016

La fragmentación de Palestina

En el excelente  trabajo escrito por el geógrafo  Derek  Gregory  (Splintering Palestine) se  explica detalladamente el proceso que ha seguido la fragmentación de Palestina, hasta llevarla a lo que  territorialmente es en la actualidad, en momentos en que voces de diferentes partes del mundo, incluso de Israel, claman por el reconocimiento pleno de un Estado para los palestinos.
La fragmentación de Palestina

Gregory recuerda que el sueño sionista de unir a la diáspora en un Estado judío, era intrínsecamente  un proyecto colonial, que imaginaba  a Palestina sin su población árabe, para lo cual, en 1878, judíos europeos comenzaron a comprar tierras agrícolas en Palestina, cuando aún formaba parte del decadente  Imperio  Otomano, lo que sirvió de base para que a finales del siglo XIX,  se pensara en  hacer la reclamación bíblica de la Tierra de Israel.
El  proyecto colonial fue estructurado por las potencias imperiales, para lo cual,  a finales de la Primera Guerra Mundial, Gran Bretaña ocupó Palestina y recibió un Mandato de la Liga de las Naciones, para que administrara  los territorios palestinos. En 1921 Gran Bretaña dividió a Transjordania, a fin de establecer un Estado hachemita al este del río Jordán, al tiempo que colonias judías se asentaban en la rivera oeste de esta fuente de agua.
En 1947 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la partición de Palestina mediante la Resolución 181, por lo que, a los judíos se les asignó el 56 % de los territorios palestinos que estaban bajo administración británica. Luego, el 14 de mayo de 1948 se crea oficialmente el  Estado de Israel. Entre 1948 y 1950 Israel destruyó más de 400 poblados palestinos y construyó 160 asentamientos en territorios confiscados a los habitantes árabes que en ellos habitaban. Y entre 1992 y 2001 la población judía en Jerusalén del Este aumentó de 141.000 a 170.000, mientras que en el mismo período la población en los asentamientos ilegales en la Franja de Gaza y en la Margen Occidental pasó  de 110.000 a 214.000. Lo demás es historia presente.

Por Alfredo Portillo

alportillo@ula.ve

viernes, 11 de septiembre de 2015

Arabia Saudita dispara contra Yemen

Sobre el territorio de la República de  Yemen, de algo más de 500 mil km² y donde habitan 25 millones de habitantes, al sur de la Península  Arábiga, continúa el desarrollo de la operación militar conocida como Tormenta Decisiva, liderada por Arabia Saudita, cuyo objetivo es controlar ese estratégico punto caliente de la geopolítica del Medio Oriente. En la fase que está en marcha, en este septiembre de 2015,  se   han desplegado ya 10 mil soldados invasores en territorio yemení.
Arabia Saudita dispara contra Yemen

Ya en abril de este año, cuando se dieron los primeros bombardeos sauditas sobre la población de Yemen, el Líder Supremo de la República de Irán,  Ayatolá Ali Hoseini Jamenei, calificó tales acciones como un genocidio. Estas fueron sus palabras: "La actuación contra Yemen es un genocidio y un crimen internacional por el que Arabia Saudita responderá sin duda alguna".
Por su parte, durante esos mismos días abrileños, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, en vista de la masacre que estaba provocando  la agresión saudita y sus aliados, manifestó su preocupación con las siguientes palabras: “Los ataques aéreos de la coalición han convertido una crisis política interna en un conflicto violento, que plantea el riesgo de repercusiones regionales profundas y duraderas”.
Transcurridos ya seis meses desde que se inició la agresión saudita, Jens Laerke, portavoz de la Oficina de Coordinación Humanitaria de la ONU ha admitido lo siguiente: "En Yemen se desenvuelve una tragedia humanitaria masiva", con miles de muertos y heridos, desplazados, refugiados, y destrucción de la infraestructura básica del territorio yemení. Mientas tanto, el rey de Arabia Saudita, Salmánbin Abdulaziz, junto a sus aliados, continúa haciendo cálculos geopolíticos y disparando contra la población de Yemen.

Por Alfredo Portillo

alportillo@ula.ve

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Implicaciones geopolíticas del cambio climático

El cambio climático es el tema de discusión mundial en estos días finales  del  mes de septiembre de 2014, y el epicentro  es  la ciudad de Nueva York, Estados Unidos.  A propósito de  esto, en sus palabras de inauguración de la Cumbre sobre el Cambio Climático, el Secretario General de las Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki Moon, dijo lo siguiente: “El cambio climático es la cuestión crucial de nuestra era. Está definiendo nuestro presente. Nuestra respuesta definirá nuestro futuro”. 
Implicaciones geopolíticas del cambio climático
Ciertamente, el cambio climático es el asunto medular que está condicionando las políticas de los gobiernos  en materia de producción industrial, agricultura, salud, ambiente y seguridad, y se está  manifestando como  un fenómeno con significativas  implicaciones geopolíticas. En tal sentido, el Tercer Reporte del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (2001) estableció que el cambio climático es un asunto político de la agenda global, mientras que en abril de 2007 el Consejo de  Seguridad de la ONU discutió el tema del cambio climático y lo calificó como de seguridad. De igual forma, Jon Barnett comienza su artículo Thegeopolitics of climatechange con la siguiente afirmación: “El cambio climático es un problema geopolítico”, en tanto que Brahma Chellaney, en su artículo Confrontingthegeopolitics of climatechange, señala lo siguiente: “La primera lección es que el cambio climático no es sólo un asunto de la ciencia, sino también de la geopolítica”.
Las implicaciones geopolíticas del cambio climático tienen que ver con las  consecuencias o efectos que, en términos de rivalidades de poder, y de influencia sobre los territorios, son provocadas por este fenómeno. Se estima que el calentamiento global causará un aumento de la temperatura media de la superficie entre el 1,1 y 6,4 ºC para el año 2100 y un incremento en el nivel del mar entre 18 y 59 cm, sin incluir el posible derretimiento de los casquetes glaciares, por lo que ese incremento sería de 1 m a finales de siglo. El ciclo hidrológico se alterará, por lo que ocurrirán olas de calor, sequías, inundaciones y tormentas. Aumentará la incidencia de plagas y enfermedades como la malaria, cuya distribución depende de la temperatura; la pérdida de diversidad y cambios en la productividad de los ecosistemas, la reducción en las cosechas de cereales y el incremento en la escasez de agua.
Un ejemplo muy ilustrativo es el que reseña Frédéric Lasserre en su artículo Des rivalités de pouvoir sur des territoires: de la pertinence de la géopolítique, relacionado con el Ártico. Resulta ser que la banquisa del Ártico alcanza  en marzo los 15 millones de km² y en septiembre alcanza los 6,5 millones de km². Se observa con preocupación que la banquisa ártica tiende desde hace años a perder extensión en cada ciclo, lo que se interpreta como efecto del cambio climático actual. Se estima que dentro de pocos años desaparecerá por completo en la época veraniega.Dado que las rutas marítimas son fundamentales en las actuales configuraciones geopolíticas, los cambios en estas rutas podrían alterar significativamente el balance de poder. El gas de la región pronto podría ser procesado en el hemisferio norte y transportado a Europa y América del Norte, alterando el balance de poder en relación con las actuales regiones ricas en petróleo de Asia y Oriente Medio.

Por Alfredo Portillo 


Tu opinión es muy valiosa para nosotros. Déjanos tu comentario.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...