jueves, 30 de abril de 2015

Con el terremoto Nepal se muestra al mundo

Después del estremecimiento de la Cordillera del Himalaya, de ese terremoto de casi 8 grados en la escala de Richter, Nepal se muestra al mundo. El nombre de este pequeño país, enclavado como una cuña de madera entre el gigante China al norte, y el gigante India al sur, ha inundado los diferentes medios de comunicación en todo el mundo, entre otras razones, porque cientos de ciudadanos de diferentes nacionalidades se encontraban, en ese trágico momento,  en territorio nepalí, en actividades turísticas y de montañismo.
Nepal, cuyo nombre oficial es República Federal Democrática de Nepal, está asentado sobre un territorio que dibuja una suerte de rectángulo, de relieve principalmente montañoso. Al compararlo con Venezuela, se puede decir que su territorio es equivalente a 1/6 del nuestro, donde habita una  población similar en cantidad a la nuestra, donde las actividades económicas arrojan un saldo en  Producto Interno Bruto que apenas es  1/10 del de nuestro país, y donde se registra un Índice de Desarrollo Humano bastante más bajo al nuestro, llegando apenas a 0,540. Ese es el Nepal del reciente sismo que a todos nos impactó.
Nepal también se muestra al mundo como un país multiétnico y multicultural (ver mapa anexo) que, como bien lo dice Frédéric Bobin, no puede escapar a su fatalidad geopolítica, al estar atrapado en medio de la lucha de influencias entre los dos gigantes asiáticos, China e India, lo que se refleja internamente en una inestabilidad política, como resultado de la pugna que mantienen los dos grandes partidos políticos nepalíes, el Partido Comunista de Nepal (pro China) y el Partido del Congreso de Nepal (pro India). Y es que la etapa del posterremoto en Nepal, la etapa de la reconstrucción, servirá para un nuevo capítulo del forcejeo entre China e India en territorio nepalí. Ambos aportarán ayuda en términos financieros y de recursos humanos y materiales, para no ceder ventaja en el tablero geopolítico.
Por Alfredo Portillo

alportillo@ula.ve

jueves, 23 de abril de 2015

Deslegitimación del discurso geopolítico de Venezuela

La visita, en estos días de abril de 2015, de la Ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Delcy  Rodriguez, a Arabia Saudita, vestida sobriamente, con su cabellera cubierta en señal de respeto a los saudíes, al tiempo que hacía silencio ante la tragedia que se vive al sur, en Yemen, donde los muertos, producto de los bombardeos de la aviación saudita, pasan ya del millar, significa el fin del discurso geopolítico que durante 15 años se voceo desde Venezuela.
Atrás quedaron las irreverentes palabras que muchas veces pronunció el Presidente Hugo Chávez, en protesta por los bombardeos de las potencias occidentales sobre los territorios de Afganistán, Iraq, Libia y la Franja de Gaza. Atrás quedó el reciente discurso del Presidente Nicolás Maduro, al recordar, en la Cumbre de las Américas, el bombardeo estadounidense sobre el territorio del barrio Los Chorrillos, en Panamá. Bien distante, en el tiempo, y registrado por escrito y audiovisualmente, quedará todo cuanto se ha dicho a favor de la causa de los “frantzfanonianos condenados de la Tierra”,  desde una perspectiva antiimperialista.
Deslegitimación del discurso geopolítico de Venezuela
Delcy Rodriguez, con su silenciosa  visita a Arabia Saudita, para hablar de los precios del petróleo, ha dado paso a un nuevo discurso geopolítico oficial de Venezuela, un discurso que no se basa en la irreverencia antiimperialista, sino en el razonamiento geopolítico. Entiende nuestra Canciller, que Arabia Saudita tiene unos intereses geopolíticos en toda la Península Arábiga, que deben ser preservados, a costa de sangre y fuego, usando los más modernos aviones de guerra suministrados por las potencias occidentales, al tiempo que ella, como conductora de la política exterior de Venezuela, sabe perfectamente que la estabilidad política venezolana depende en gran medida de la recuperación de los precios del petróleo, y eso pasa por la aprobación de los todo poderosos monarcas saudíes.
Finalmente en Venezuela se comenzará a comprender en su justa medida  eso de la geopolítica, como expresión de las rivalidades de poder en el territorio. Ya no se criticará tanto las acciones de Israel en la Franja de Gaza, o las de Francia en Mali, o las de Estados Unidos en Afganistán, o las de Rusia en Chechenia, o las de  China en Sinkiang. Todas esas acciones son comprensibles porque están de por medio los intereses geopolíticos, y eso es sagrado, al decir de nuestra Canciller Delcy Rodriguez.

Por Alfredo Portillo

alportillo@ula.ve

jueves, 16 de abril de 2015

Fin del castro-comunismo en el discurso geopolítico

Durante décadas el castro-comunismo, como contenido ideológico, formó parte de un discurso geopolítico, que se utilizó para referirse al poder ejercido en un territorio específico, el territorio de la República de Cuba, y a la influencia que desde ese punto del espacio geográfico caribeño, se ejercía sobre otros territorios.
Fin del castro-comunismo en el discurso geopolítico
Fin del castro-comunismo en el discurso geopolítico
El castro-comunismo, como contenido ideológico de un discurso geopolítico, en el que era considerado como una amenaza, sirvió para justificar la  toma de decisiones en materia de seguridad nacional, política exterior y promulgación de instrumentos jurídicos, por parte de los gobiernos de Estados Unidos y de algunos países latinoamericanos y caribeños.
También sirvió, el castro-comunismo, para la elaboración del discurso geopolítico, en forma de libros, artículos de opinión, conferencias y discusiones en foros, por parte de grupos de intelectuales y académicos, y de organizaciones políticas, que justificaban su existencia en nombre de la lucha por la libertad y la democracia, tanto en Estados Unidos como en  algunos países latinoamericanos y caribeños.
Como todo discurso que tiene una función específica en la orientación y formación de la opinión pública, y que tiene vigencia en un período específico del tiempo histórico, el castro-comunismo, como contenido ideológico de un discurso geopolítico, quedará como insumo para la investigación de un período histórico que está llegando a su fin. Porque la amenaza ha cesado y  el contenido de un  discurso geopolítico ha desaparecido. Nuevas decisiones tendrán que ser tomadas en  materia de seguridad nacional, política exterior e instrumentos jurídicos. Grupos de intelectuales y académicos, y organizaciones políticas, tendrán que apelar a un nuevo contenido ideológico para justificar su nuevo discurso y la prolongación de su existencia.
Por Alfredo Portillo

alportillo@ula.ve

sábado, 4 de abril de 2015

¿Minoría parlamentaria del chavismo?

Este año 2015 se van a realizar elecciones parlamentarias en Venezuela. Seguramente que serán muy reñidas. Dos fuerzas políticas se disputarán los escaños de la Asamblea Nacional: el chavismo (PSUV más Polo Patriótico)  y la oposición agrupada en torno a la Mesa dela Unidad Democrática (MUD).
De acuerdo a los resultados de la últimas elecciones nacionales y a la intención de voto que revelan algunas encuestas, existe la posibilidad cierta de que el chavismo no obtenga la mayoría parlamentaria y, por el contrario, la oposición se alce con una victoria, la cual sería  por poco margen.
¿Minoría parlamentaria del chavismo?
Ese probable escenario de resultado electoral que asomo en este artículo, debe llamar la atención de la dirigencia, tanto del chavismo como de la oposición, para que los resultados sean asumidos y asimilados en su justa dimensión. Porque de lo que se trata es de tomar medidas a tiempo para evitar que las corrientes extremas de ambas fuerzas políticas reaccionen precipitadamente: que los opositores extremos no se vayan por el desenfreno y el avasallamiento, y que los chavistas extremos no caigan en la desesperación. Ambas actitudes pueden conducir a desenlaces desagradables y poco convenientes para la estabilidad política y la gobernabilidad en Venezuela.
¿Minoría parlamentaria del chavismo?Para concurrir a las elecciones nacionales parlamentarias de este año, las  fuerzas del chavismo cuentan a su favor con una extraordinaria maquinaria electoral y propagandística, al tiempo que tienen en  su contra  una  situación económica del país bastante difícil, especialmente en materia de inflación. Por su parte, las fuerzas de oposición, si logran consolidar una plataforma unitaria en materia de candidaturas, pueden realizar una campaña agresiva, toda vez que seguramente contarán con suficientes recursos financieros y apoyo de los medios de comunicación privados, tanto nacionales como internacionales. Así las cosas, a finales de este año 2015, algunos movimientos tácticos se estarán haciendo en el tablero geopolítico venezolano.

Por Alfredo Portillo

alportillo@ula.ve

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