En medio
de las permanentes rivalidades de poder en el territorio, es decir, en
medio de la dinámica geopolítica entre Estados, países, gobiernos, sociedades o
grupos humanos, a menudo se presentan situaciones y coyunturas que ameritan
determinadas respuestas, a fin de sortear amenazas y vulnerabilidades que
pueden dar al traste con proyectos de evolución y desarrollo. Este es el caso
de la coyuntura que tuvo que enfrentar la República de Cuba, a raíz de la
disolución de la Unión Soviética a comienzos de la década de los noventa del siglo XX, lo que
significó para la sociedad cubana una merma considerable en el acceso a bienes
y servicios provenientes del bloque comunista.
Ante las dificultades que comenzaron a
enfrentar para poder producir alimentos, especialmente de origen agrícola, el
gobierno y la sociedad cubana optaron por desarrollar el proyecto de
agricultura urbana en las diferentes ciudades de la isla. Esta experiencia está
muy bien ilustrada en tres videos que pueden ser vistos en YouTube, bajo el
título de “Révolution Verte Urbaine”, con audio en español y con subtítulos en
francés.
Entre lo que destaca del contenido de los
videos está el hecho de que eso fue posible gracias a algunas fortalezas que
tenían el gobierno y la sociedad cubana, y que se tradujo en la posibilidad
de implementar un modelo productivo
agrícola urbano que combinó, por un lado, los resultados de las investigaciones
de la comunidad científica cubana en materia de agricultura orgánica y
agricultura ecológica, y por otro lado, la capacidad organizativa y de trabajo
de la sociedad cubana, para obtener resultados exitosos. Es decir, se combinó el
conocimiento con la disciplina, dos fortalezas de las que adolecen muchos gobiernos y sociedades, y que
son fundamentales para enfrentar coyunturas geopolíticas exigentes.
Por Alfredo Portillo
alportillo@ula.ve