lunes, 24 de mayo de 2021

Cambios en el ajedrez político de Chile

A finales de la década de los sesenta del siglo XX, Augusto Pinochet Ugarte publicó el libro titulado Geopolítica de Chile, previo a llegar a los más altos cargos del ejército chileno. Una vez alcanzado el cargo de jefe del Estado Mayor General, ya durante el gobierno de Salvador Allende, se encontró ante la posibilidad  de erigirse en el hombre fuerte de Chile, para lo cual procedió a encabezar un golpe de Estado que derrocó al líder socialista, el 11 de septiembre de 1973. Comenzó así una etapa de dictadura militar en el país austral, que se prolongó hasta 1990.  Durante el gobierno de  Pinochet se desmantelaron  el viejo Estado y el modelo socioeconómico que hasta ese momento habían regido en Chile, y se dio inicio a un nuevo proceso, de acuerdo a la constitución aprobada en  1980.

Vino luego la etapa de años de democracia que se vive hasta el día de hoy, con los gobiernos de los partidos políticos antipinochetistas  que se agruparon en la llamada Concertación Democrática y luego en la Nueva Mayoría, entre los que destacan la Democracia Cristiana, el Partido Socialista y el Partido Comunista, alternados con los gobiernos de  los partidos políticos propinochetistas (Unión Demócrata Independiente y Renovación Nacional, principalmente).


 

Con  unas cifras que mostraban un país con una economía próspera y una reducción significativa, en términos generales, de la pobreza, llegó el año 2019, y Chile  se aprestaba a ser la sede de la cumbre mundial del clima y del foro Asia-Pacífico, para mostrarse ante el mundo con todo su portento. Pero ocurrió algo inusitado: un intenso estallido social, que se prolongó por varios  meses, dio al traste con los planes trazados y cimbró a toda la sociedad chilena.

En medio de la incertidumbre y la confusión, la clase política buscó una salida y encaminó al país por el rumbo de una constituyente, con el objetivo último de redactar una nueva constitución, para rediseñar al Estado chileno y a la sociedad chilena. En tal sentido, durante los días 15 y 16 de este mayo de 2021, se realizó la elección de aquellos que serán los encargados de redactar la nueva carta magna, al tiempo que se eligieron gobernadores, alcaldes y concejales. Los resultados ya son por todos conocidos. Un nuevo ajedrez ha quedado establecido. Queda ahora esperar a ver  cómo se mueven las piezas. Una nueva Geopolítica de Chile surgirá en los  años por venir.

Por Alfredo Portillo

alportillo12@gmail.com

miércoles, 19 de mayo de 2021

Dinámica geopolítica interna de Colombia

Colombia, como país, tiene unas características geopolíticas muy especiales. La primera y más importante, es su condición de aliado incondicional de Estados Unidos, tanto en el contexto sudamericano, como en el latinoamericano y del hemisferio occidental. De hecho, en el territorio colombiano, la potencia del norte tiene una fuerte presencia militar, con vista a sus vecinos y a las aguas de los océanos Atlántico y Pacífico.

 


 

En virtud de eso, adquieren relevancia los sucesos que han estado ocurriendo en este país durante este mayo de 2021. Masivas protestas, extendidas a lo largo y ancho del territorio colombiano, han retumbado y se han hecho escuchar en las diferentes latitudes del mundo. Profusas imágenes de refriegas entre manifestantes y fuerzas policiales y militares, han captado la atención de los medios de comunicación tradicionales y de las redes sociales. Algunas, sencillamente, han más que impresionado.

Esas protestas y refriegas no son más que la evidente manifestación de las rivalidades que están en curso en el territorio colombiano, como parte de una intensa dinámica geopolítica, que pudiera desembocar en un desplazamiento de los grupos que hasta ahora han  ostentando el poder, para lo cual, ya hay un horizonte de tiempo definido, como son las elecciones presidenciales que se van a realizar en mayo de 2022, exactamente, dentro de un año.

Para tal evento eleccionario, ya están en desarrollo las estrategias trazadas por los grupos de la sociedad colombiana que aspiran a retener el poder, y la de aquellos que pretenden asaltarlo (en el buen sentido de la palabra). Así que, la evolución y desenlace de los actuales acontecimientos protestatarios de la sociedad colombiana, quiérase o no, forman parte de las estrategias electorales con miras a mayo de 2022. Un desenlace que, idealmente, deberá concluir de manera democrática y como una reafirmación de las aspiraciones de paz de todos los colombianos. Tanto de los unos,  como de los otros.

Por Alfredo Portillo

alportillo12@gmail.com

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