Venezuela, ese estratégico país ubicado en el norte de América del Sur, muy rico en recursos naturales, y por lo tanto muy codiciado por las grandes potencias del mundo, está viviendo unos días trascendentales, en ésta ya entrada la segunda quincena del mes de octubre del año 2025.
Dos vectores se proyectan sobre su territorio. Uno de
carácter religioso y otro de carácter militar. Por un lado, la pronta
canonización, el 19 de octubre, en Roma, del beato José Gregorio Hernández y de
la beata Carmen Rendiles, acontecimiento éste que posará sobre las tierras
venezolanas un halo de santificación.
Por otro lado, a algunos kilómetros de distancia de las
aguas marítimas territoriales de Venezuela, en pleno Mar Caribe, se halla
emplazado, y en actitud amenazante, un poderoso despliegue militar por parte de
Estados Unidos. No se sabe, en realidad, cuál es el propósito y alcance de tal
despliegue, tomando en cuenta los diferentes escenarios que se manejan, tanto
en el plano regional, como en el continental y el mundial.
Las autoridades de la iglesia católica venezolana han
planificado una serie de actos a realizarse durante varios días en los
diferentes templos católicos del país, para cubrir con el manto sagrado de José
Gregorio Hernández y Carmen Rendiles, al pueblo venezolano, en lo que serán
días de oración y entrega espiritual.
Al mismo tiempo, movilizaciones de carácter militar se
pueden apreciar a lo largo y ancho de los espacios terrestres, aéreos y
marítimos de Venezuela. Las informaciones y versiones van y vienen. Hay una
intensa actividad en los diferentes medios de comunicación y redes
sociales. Hasta el Consejo de Seguridad
de Naciones Unidas y el Vaticano se han hecho eco de lo que está ocurriendo en
las tierras de José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles. Sólo queda esperar.
Por Alfredo Portillo
alportillo12@gmail.com
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