domingo, 31 de agosto de 2014

El sistema político de Irán

Irán, el coloso geopolítico del Medio Oriente, que tiene una extensión territorial de 1.648.195  km² y una población cercana a los 80 millones de habitantes, cuenta con un sistema político muy complejo, que lo hacen ser un caso de análisis de mucho interés. Al respecto Olivier Pironet ha hecho una valiosa contribución a través de su artículo  “Irano: la strukturoj de la reĝimo”, cuyo contenido permite hacerse una mejor idea de las características del sistema político iraní.
El sistema político de Irán
Explica Pironet que las instituciones de Irán, de acuerdo con la Constitución de 1979, se fundamentan en dos pilares: el islamismo y la república, que responden a una doble fuente de legitimidad del poder: la soberanía de Dios (Art.2) y la voluntad del pueblo (Art. 1 a 6). El principio de velajat-e fakih (gobierno del clero) es la piedra angular del edificio institucional. La autoridad más alta del Estado es el Guía de la Revolución (Alí Jamenei, desde 1989), quien supervisa los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, se asegura del buen funcionamiento de las instituciones y define las grandes orientaciones del régimen. El ejército, las fuerzas del orden y la justicia están bajo su dirección. Desde la muerte del Imán Ruhollah Jomeini y de la revisión de la Constitución en 1989, el Guía de la Revolución es nombrado ---y puede ser revocado en algunos casos--- por la Asamblea de Miembros, cuyos ochenta y seis clérigos, son elegidos según votación universal cada ocho años.
El jefe del poder ejecutivo es el Presidente de la República. Él es elegido de manera directa por el pueblo, por un mandato de cuatro años, renovable una sola vez; preside el consejo de ministros y dirige el gobierno (ya no existe el puesto de primer ministro desde la revisión de 1989). El poder legislativo es potestad del Parlamento, llamado Asamblea Consultiva Islámica, cuyos doscientos noventa representantes son elegidos por votación universal y directa, por un período de cuatro años.
Todas sus decisiones son examinadas por el Consejo de Guardianes de la Constitución, que tiene como principal función verificar que las leyes estén conformes con la Constitución y el Islam. Dotado de derecho a veto, este Consejo está conformado por seis clérigos nombrados por el Guía de la Revolución, y por seis juristas, nombrados por el Parlamento.
Creado en 1988, el Consejo de Interpretación de los Supremos Intereses del Régimen (treinta y cuatro miembros) tiene la función de resolver los conflictos entre el Parlamento y el Consejo de Guardianes. Nombrado por el Guía de la Revolución, tiene competencia legislativa extraordinaria ---puede, por vía de excepción, proponer disposiciones no conformes a la sharia. Forma parte de las instituciones de segundo rango, junto con el Consejo Superior de Seguridad Nacional (diez miembros permanentes), establecido para velar por los intereses de la revolución, la soberanía del país y la integridad territorial, además de controlar el dosier atómico. Por su parte, el poder judicial pertenece al teólogo jurista nombrado por el Guía de la Revolución, por un mandato de cinco años, quien elige los jueces, entre los que está el Presidente de la Corte Suprema. Él es independiente de los poderes legislativo y ejecutivo.
Finalmente, el sistema político de Irán cuenta con organizaciones e instituciones originarias de la revolución, que funcionan como estructuras del aparato del Estado y dependen completamente del Guía de la Revolución: los Guardianes de la Revolución (pasdaran), cuerpo permanente creado para hacerle contrapeso al ejército regular; los bassidji (milicia popular integrada por varios millones de hombres); los tribunales revolucionarios y otros comités. El Guía de la Revolución también posee representantes en cada provincia y en cada ministerio.

Mapa: http://geopoliticadeiran.blogspot.com/

Por: Alfredo Portillo




miércoles, 27 de agosto de 2014

Elementos geopolíticos de la Franja de Gaza

Los elementos geopolíticos de la Franja de Gaza que se pueden apreciar en el aporte cartográfico que hace Laura Canali, demuestran una vez más la importancia que tiene la representación cartográfica de los territorios, a fin de poder comprender mejor la dimensión de las dinámicas geopolíticas que en ellos se dan. Y en el caso de la Franja de Gaza, ese pequeño territorio de 385 km2,  habitado por más de 1,5 millones de habitantes, y asediado por el Estado de Israel, se muestran algunos elementos territoriales que interactúan entre sí, en un contexto de rivalidades de poder.
Elementos geopolíticos de la Franja de Gaza
En el mapa se destaca en primer lugar, en color marrón,  en sentido sur-norte, las zonas urbanas más importantes, destacando las poblaciones de Rafa, Han Yunis y Ciudad Gaza,  mientras que  en color mostaza los campos de refugiados, resaltando el de al-Nusayrat. También se muestra lo restringido de la zona de pesca en aguas del Mar Mediterráneo,  con un límite máximo de 6 millas náuticas desde la costa, impuesto por el ejército israelí, donde los habitantes de Gaza pueden proveerse de algunos alimentos.
Por otra parte, en el mapa elaborado por Laura Canali se representa la forma como Hamas (Harakat al-Muqáwama al-Islamiya  / Movimiento de Resistencia Islámico) ha organizado militarmente el territorio de Gaza, dividido en distritos militares (líneas discontinuas en sentido este-oeste de color verde) y donde operan los diferentes comandos armados (círculos de color rojo). De igual forma aparecen representados elementos geopolíticos de gran importancia, como la zona militar israelí a lo largo de la frontera con Gaza (en color morado), los puntos de entrada y salida a territorio de Gaza desde Israel y Egipto (círculos de colores rojo-blanco, azul-blanco y verde-blanco) y los túneles construidos por Hamas (flechas de doble sentido). Finalmente, en el extremo sureste de la Franja de Gaza se ubica el aeropuerto internacional (parcialmente destruido) y a lo largo de la línea de costa los atracaderos utilizados para las pequeñas embarcaciones de los pescadores.


Por Alfredo Portillo

domingo, 24 de agosto de 2014

Geopolítica y seguridad nacional

En la Revista Venezolana de Ciencia Política, Nº 36, 2009, aparece publicado mi artículo titulado “Un esquema de relación entre la geopolítica y la seguridad nacional”, en el que  se establece una relación entre ambos términos, a partir de la consideración de la geopolítica como una ciencia y como una estrategia, y la seguridad nacional como una situación y como una estrategia.
Geopolítica y seguridad nacional
La geopolítica como ciencia tiene que ver con el estudio de las rivalidades de poder que existen o surgen entre los seres humanos que habitan en un territorio, sea a escala local, regional, nacional, continental o mundial, en tanto que la geopolítica como estrategia se refiere al conjunto de acciones que un actor geopolítico desarrolla con el objetivo influir sobre, o controlar, una porción o la totalidad de un territorio.
Por su parte, la seguridad nacional como situación hace alusión a la serie de condiciones ideales apropiadas para el normal desenvolvimiento de la sociedad de un Estado-nación, en las que el daño, el peligro o el riesgo son reducidos, y las amenazas provenientes de los factores de inseguridad no se manifiestan; mientras  que la seguridad nacional como estrategia se refiere al conjunto de acciones que se desarrolla en el seno de un Estado, en el plano económico, político, jurídico, tecnológico, social, ambiental y militar, a fin de alcanzar una situación apropiada que favorezca  el normal desenvolvimiento de la sociedad.
El desarrollo de una estrategia geopolítica por parte de un actor geopolítico, puede afectar la estrategia de seguridad nacional de un Estado, como por ejemplo,  el caso de las organizaciones del crimen organizado que intentan controlar territorios urbanos estratégicos, propiciando una situación de inseguridad. De igual forma, el desarrollo de la tecnología nuclear, como parte de la estrategia de seguridad nacional de un Estado, puede dar lugar al surgimiento de rivalidades de poder con otro Estado que perciba esa iniciativa como una amenaza. Así, es cuestión de indagar sobre la serie de relaciones que se pueden establecer entre la geopolítica y la seguridad nacional, a fin de mejor comprender muchos de  los acontecimientos que a diario ocurren y que forman parte de la agenda noticiosa.

Por Alfredo Portillo

jueves, 21 de agosto de 2014

Las guerras necesarias de Estados Unidos

Recuerdo la oportunidad cuando John Kerry, en agosto del año 2004, siendo candidato presidencial, a propósito de los acontecimientos bélicos que por esos días ocurrían en Iraq, declaró que durante su gobierno Estados Unidos nunca iría a la guerra, salvo en caso necesario. Casi  diez años después, el mismo John Kerry, ahora al frente de la política exterior de Estados Unidos, acaba de comparecer ante la Comisión de Exteriores del Congreso estadounidense, para explicar una posible intervención militar en Siria, y dijo: “Sólo he planteado una cuestión hipotética sobre algunas posibilidades, y estaba pensando en voz alta sobre cómo proteger los intereses americanos".
Las guerras necesarias de Estados Unidos
Precisamente, ese es el meollo del asunto: Estados Unidos siempre tendrá alguna razón para considerar como necesario  ir a la guerra, a fin de proteger los intereses de los estadounidenses: Las guerras necesarias de Estados Unidos. Por tal motivo, cada vez que  esos intereses sean pasados por el tamiz del razonamiento de  la seguridad nacional, surgirá la posibilidad de una guerra necesaria, y en consecuencia se activarán los dispositivos militares, jurídicos, diplomáticos, económicos y comunicacionales, que conduzcan a diseñar e implementar una estrategia que haga a la guerra necesaria, una guerra exitosa.
Y es que sólo basta con observar un mapa de las fuerzas militares de Estados Unidos en el mundo, para hacerse una idea de las posibilidades que la dirigencia estadounidense tiene de pensar en guerras necesarias. Para ello recomiendo detallar la infografía de DiploWeb donde se aprecia en detalle las fuerzas militares estadounidenses por país, subcontinente, continente y misiones de paz de las Naciones Unidas. Sería cuestión, para complementar, de buscar un mapa donde estén representadas las bases militares, el armamento desplegado y la tecnología militar disponible en todo el espacio geográfico mundial, para entonces terminar de redondear la idea.
Las guerras necesarias de Estados Unidos 2


Por Alfredo Portillo

sábado, 16 de agosto de 2014

Geopolítica de la criminalidad organizada

El  pasado martes 3 de diciembre de 2013 tuve la oportunidad de hacer una corta disertación acerca de la geopolítica de la criminalidad organizada ante los alumnos de la cátedra de Drogas y Drogodependencia de la Escuela de Criminología, de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad de Los Andes, gracias a la invitación que me extendieran el Profesor Félix Angeles y la Criminóloga Odalis Parra.
Geopolítica de la criminalidad organizada
Aproveché para presentar la concepción que de la geopolítica ha desarrollado el geógrafo francés Ives Lacoste, quien vincula esta palabra a rivalidades de poder y de influencias entre diversas fuerzas políticas que tienen por objetivo el control, la conquista, la defensa o la utilización de un territorio, por lo que, en el caso de la geopolítica de la criminalidad organizada, se estaría hablando de rivalidades de poder y de influencias en las que participan organizaciones criminales que tienen por objetivo el control, la conquista, la defensa o la utilización de un territorio. Y para reforzar este planteamiento, cité al autor Alain Labrousse, quien señala: “Gobiernos, grupos insurgentes, organizaciones criminales o terroristas, se disputan las riquezas originadas en las zonas de cultivo de amapola, coca o marihuana, las rutas de tránsito de esas sustancias ilícitas y los mercados”.
Y para insistir en la dimensión territorial que tiene el fenómeno de la criminalidad organizada, hice referencia a los autores Jean-François Fiorin y Jean-François Gayraud, quienes señalan lo siguiente: “Todas las organizaciones criminales tienen una dimensión territorial muy fuerte. El territorio entendido aquí como realidad física (calle, barrio, región, país…), pero también como espacios inmateriales (mercados financieros, ciberespacio, etc.) fluidos, opacos, transnacionales, que se prestan a las actividades criminales”. Todo esto lo ilustré, al final de la presentación, con algunas imágenes cartográficas que muestran el arraigo territorial de la criminalidad organizada, desde la dimensión local hasta la dimensión planetaria.

Por Alfredo Portillo.

El sionismo según un sionista

El sionismo es el movimiento de liberación nacional del pueblo judío. Estas son las palabras iniciales que aparecen en el libro “El sionismo: la epopeya de un pueblo” (Aguilar, 1980), cuyo autor, Jacob Tsur (1906-1990), fue un prominente diplomático sionista, quien se desempeñó como Ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Embajador de Israel en Francia y presidente del Comité de Acción de la Organización Sionista Mundial.
El sionismo según un sionista
De acuerdo con Tsur, el sionismo se deriva de Sión, la colina donde el rey David erigiera su sede en Jerusalén, y se manifestó primero  como sionismo religioso a partir de los aportes, a comienzos  del siglo XIX, de pensadores religiosos judíos, como Rabí Yehuda Alcalay y Rabí Zvi Kalisher, y luego como sionismo político, en la segunda mitad del siglo XIX, a raíz de las manifestaciones de antisemitismo y persecución contra las comunidades judías, en países como Rusia, Polonia y Francia, que condujo a la propuesta de creación de un Estado judío por parte de Teodoro Herzl, y la realización, en 1897, del Primer Congreso Sionista Mundial, en Basilea (Suiza). En palabras de Tsur: “En los anales de Israel, el sionismo político señala el tránsito de la pasividad a la acción”.
Desde el punto de vista organizativo, el sionismo como movimiento político mundial opera a través de la Organización Sionista Mundial y la Agencia Judía. Ambos organismos se encargan de la inmigración, asentamiento y absorción de nuevos inmigrantes en Palestina, así como de la rehabilitación y acondicionamiento del suelo para labores agrícolas, la fundación de poblados, la construcción de nuevas viviendas para los judíos que llegan a Israel, y de la integración cultural de los inmigrantes.
El sionismo político se concretó en espacio político una vez que se fundó el Estado de Israel, específicamente el 14 de mayo de 1948. Según Tsur, el sionismo político impulsó un continuo proceso migratorio hacia Palestina, que se inició a finales del siglo XIX, y que llegó a sumar en 1948 unos 600 mil judíos, cifra que se había ampliado para 1976 a más de 3,5 millones de habitantes de religión judía. Vale destacar que en la actualidad, en este año 2014, Israel alberga en su superficie de 22.145 km², casi 9 millones de habitantes, de los cuales el 75% profesa el judaísmo.
Un aspecto que destaca en su libro Jacob Tsur es el papel que ha jugado el idioma hebreo en el proceso de concreción del sionismo como propuesta política y geopolítica, toda vez que ha fungido como elemento cohesionador de la población judía. Resulta ser que el hebreo había dejado de usarse como lengua vernácula de los judíos en el siglo I de la era cristiana y, sin embargo, a lo largo de los siglos se conservó como el idioma de las plegarias y de lectura de los libros sagrados. Fue gracias a Eliézer Ben Yehuda, un joven ruso que se radicó en Jerusalén a principios de la década del 80 del siglo XIX, que el hebreo llegó a ser nuevamente una lengua de uso frecuente para los judíos, a tal punto que es la lengua oficial del Estado de Israel. El sionismo, sin duda, ha sido un proyecto geopolítico exitoso, y está en el centro de los acontecimientos en la región del Medio Oriente, y del mundo todo.

Por Alfredo Portillo

martes, 12 de agosto de 2014

Actores visibles en la geopolítica interna de Venezuela

Tomando en cuenta que la geopolítica tiene que ver  con las rivalidades de poder y de influencias entre diversas fuerzas políticas que tienen por objetivo el control, la conquista, la defensa o la utilización de un territorio, se puede hacer  un ejercicio de identificación de los diferentes actores visibles en la geopolítica interna de Venezuela, que han participado en los recientes acontecimientos que han formado parte de un capítulo más de la dinámica geopolítica interna.
Actores visibles en la geopolítica interna de Venezuela
De manera general es posible identificar dos grandes bloques de actores visibles en la geopolítica interna de Venezuela, cada uno de ellos conformado por varios actores que se complementan y contrabalancean entre sí. 

Actores visibles en la geopolítica interna de Venezuela

De un lado está el bloque que sirve de sustento a lo que se conoce como proceso revolucionario bolivariano (PRB), entre los cuales se encuentran los siguientes: 1. El gobierno nacional y los gobiernos regionales y municipales; 2. Las instituciones de los otros poderes del Estado diferentes al poder ejecutivo; 3. La Fuerza Armada Nacional Bolivariana; 4. Los trabajadores de las empresas públicas relacionadas con actividades de petróleo, metalúrgicas, electricidad, transporte público masivo y telecomunicaciones; 5. Los partidos políticos que apoyan el PRB y sus organizaciones de base; y 6. Los grupos llamados “colectivos” que se hallan asentados en comunidades populares de las principales ciudades del país.
Del otro lado visiblemente se encuentran los siguientes actores: 1. Las organizaciones políticas que se oponen al PRB; 2. Gobiernos regionales y municipales opuestos al PRB; 3. El llamado movimiento estudiantil que se opone al PBR; 4. Organizaciones empresariales nacionales y transnacionales; 5. Grupos debidamente entrenados para desarrollar acciones de confrontación con las fuerzas de orden público; 6. Gobiernos extranjeros que se oponen al PRB; y 7. Medios de comunicación regionales, nacionales e internacionales. Ambos bloques-actores se han manifestado de manera intensa durante el mes de febrero y marzo de 2014, y han dejado ver la acentuada rivalidad que tiene como escenario el territorio venezolano.

Por Alfredo Portillo.

Infografía: Cortesía AFP

sábado, 9 de agosto de 2014

Geopolítica forestal

En la revista Nueva Sociedad, Nº 223 (sep-oct 2009), aparece un artículo escrito por Raquel Alvarado, titulado “La expansión forestal en el Cono Sur”, a través del cual se explica el fenómeno del crecimiento de la actividad forestal en países como Argentina, Brasil, Chile y Uruguay, considerando aspectos como las políticas públicas forestales, geopolítica forestal, los intereses transnacionales y las transformaciones territoriales.
Geopolítica forestal


La autora considera que la expansión forestal en esa región de América Latina, a partir de la explotación con fines comerciales de plantaciones de pino y eucalipto, es el resultado de la existencia de políticas públicas favorecedoras del sector forestal, que datan de comienzos del siglo XX, y de la implementación de una geopolítica forestal diseñada por las grandes empresas de pulpa y papel de los países del Norte, para imponer sobre el mundo en desarrollo un modelo de actividad forestal que permita satisfacer su demanda.
Se estima que el crecimiento sostenido de la demanda de papel alcanzó para el año 2004 los 350 millones de toneladas anuales y que para el año 2020 estará cerca de los 600 millones de toneladas. Los requerimientos de celulosa para papel llevaron a las grandes empresas forestales del mundo desarrollado a expandirse en el Tercer Mundo, privilegiando tres regiones: el Sudeste de Asia, América Central y el Cono Sur. Estas regiones ofrecían varias ventajas para la actividad forestal: condiciones
ambientales favorables al crecimiento rápido de los árboles, abundancia de agua, bajos costos de la tierra, bajo costo de la mano de obra e inexistencia o inobservancia de leyes laborales en el medio rural.
La expansión forestal en el Cono Sur se ha traducido en las siguientes cifras: Brasil ocupa el cuarto lugar mundial en la producción de todos los tipos de celulosa y el primer lugar en celulosa de fibra corta de eucalipto; el sector forestal chileno representa el 4% del PIB y ha crecido a razón de 10% anual en los últimos 15 años; en Argentina existen más de un millón de hectáreas plantadas de pino y eucalipto y las exportaciones de productos forestales han crecido en forma significativa
en los últimos años; la superficie forestada en Uruguay alcanza en la actualidad unas 800.000 hectáreas, lo que representa 25% de los suelos de prioridad forestal.
Los conflictos entre empresas y comunidades locales derivados de la expansión forestal en el Cono Sur, han ido desde simples polémicas a través de los medios de comunicación y foros de discusión pública, hasta enfrentamientos con instancias judiciales y violentos desenlaces. Muchas comunidades indígenas han visto mermados sus medios de subsistencia y algunas han reaccionado violentamente, quemando plantaciones forestales, como es el caso de las comunidades mapuches del sur de Chile. Una manifestación más de la geopolítica, es decir, de las rivalidades de poder en el territorio.

Por Alfredo Portillo.

miércoles, 6 de agosto de 2014

La Guerra

A propósito de los violentos acontecimientos que durante los últimos meses han explotado como cápsulas de gas, impactando en diferentes lugares de la Tierra, he vuelto a leer un pequeño libro de la Colección ¿Qué sé?,  de la editorial Oikos-Tau titulado “La Guerra”, cuyo autor es GastonBouthoul (1971). Porque lo que ha estado aconteciendo en países como Afganistán, Colombia, Iraq, Libia, Palestina, República Centroafricana, Sudán del Sur, Ucrania,  entre otros, es sólo una muestra de la vigencia del fenómeno de la guerra, y obliga también a recordar al geopolítico sueco Rudolf Kjellen, para quien no había terreno experimental más apropiado para estudiar los fenómenos geopolíticos, que el de la guerra.
la-guerra
En su libro Bouthoul nos recuerda que en el Antiguo Testamento se lee que “Jehová, tu Dios, echará a estas gentes de delante de ti poco a poco…”, y que en el Corán se dice: “Haced la guerra contra aquellos que no creen en Dios…”. En tanto que Santo Tomás desarrolló la teoría de la guerra justa, mientras que para Heráclito “la guerra es la madre de todas las cosas”, para Maquiavelo “toda guerra es justa desde el momento en que es necesaria”,  y para Clausewitz “la guerra es un acto de violencia, cuyo objetivo es forzar al adversario a ejecutar nuestra voluntad”.
La  guerra, “el más espectacular de los fenómenos sociales”, al decir del propio Bouthoul, es un fenómeno muy complejo que tiene dimensiones económicas, demográficas, etnológicas y psicológicas. La guerra plantea problemas de financiación, de producción y de distribución, así como de activación de sectores industriales y del empleo de la población. También la guerra, desde el punto de vista económico, tiene tres coyunturas: una coyuntura de preguerra, una coyuntura de guerra y una coyuntura de reparación. Y es que el desarrollo de la guerra tiene un gran impacto en las estructuras demográficas de los países, ya que además de los que mueren, hay un gran número de desplazados y refugiados. Un ejemplo de ello es lo acontecido en la Franja de Gaza: ¿Cuál será la estructura demográfica en Palestina después de la muerte de miles de niños, jóvenes y mujeres?
También la guerra, desde el punto de vista etnológico, tal como lo señala Bouthoul, es la fiesta suprema, la gran orgía dorada, fuente de emociones incomparables, rompe el círculo de la monotonía psicológica y transforma las mentalidades. Y qué decir de su dimensión psicológica, en tanto que en ciertos momentos los grupos humanos se ven transportados por impulsos belicosos a desear la guerra o, por lo menos, a aceptar la idea, y que cuando se muestran violentos es, por regla general, resultado de un adoctrinamiento previo. La guerra, siempre presente, a veces de aleja, a veces de aproxima.


Por Alfredo Portillo

viernes, 1 de agosto de 2014

Solución biestatal para el conflicto palestino-israelí

La solución biestatal para el conflicto palestino-israelí es la única solución posible, ante una realidad que cada día así lo exige. Las voces más sensatas del mundo, las voces más sensatas del lado palestino y del lado israelí, así lo han hecho saber. La guerra no tiene más futuro en los territorios de Tierra Santa. El Papa Francisco,  a través de sus llamados y oraciones, clama por la paz y por la creación definitiva del Estado de Palestina. Dilma Rousseff, Presidenta de Brasil, ha dejado claramente sentada su posición con relación al conflicto palestino-israelí: no más guerra y sí al Estado  de Palestina. El escritor israelí Amos Oz, y el presidente de la  Sociedad Israelí de Política Internacional,  Avi Primor, son partidarios de la creación del Estado de Palestina con ayuda financiera de Egipto, Israel, los países árabes y las grandes potencias.
conflicto-palestino-israel-solucion-biestatal
La  coexistencia de los Estados de Israel y de Palestina es una necesidad y una imposición de la geopolítica. Es inimaginable pensar que los casi cuatro millones de palestinos que habitan en Gaza y en Cisjordania, no vayan a tener su propio Estado. Porque las preguntas son muy sencillas: ¿dónde va a habitar una población palestina que tiene una identidad propia, una idea de nación, una visión geopolítica, y que día tras día aumenta en cantidad? ¿Hacia  dónde va a ir el más de millón y medio de palestinos que habita en los 380 km²  de territorio de la Franja de Gaza? ¿Los van a echar al mar? ¿Los van a asesinar? ¿Y cuál será el destino de los casi dos millones de palestinos que habitan en los 5.640 km² de territorio de Cisjordania?  La respuesta a todas estas preguntas es una sola: Israel y Palestina deberán coexistir y cooperar hasta el final de los tiempos.

Por Alfredo Portillo
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