miércoles, 14 de noviembre de 2018

Geografía sagrada de la yihad islámica

En su artículo “The Sacral Geography of Islamic Jihad”, Tim Hawemann desarrolla el tema de la construcción de una geografía sagrada por parte de los movimientos que impulsan la yihad islámica. Hawemann parte de la idea de que la geopolítica no es un asunto que incumbe sólo a los Estados-nación que tienen  objetivos militares y económicos, sino que también tiene que ver con organizaciones, como pueden ser grupos y movimientos religiosos.

Geografía sagrada de la yihad islámica


La geografía sagrada es una construcción mental en la que confluyen el cielo, la Tierra y el más allá, conectados a través de un eje vertical, en combinación con  un eje  horizontal que se despliega en todas las direcciones de los puntos cardinales. Por lo tanto, hay un centro sagrado del mundo, donde se pone de manifiesto la vinculación entre Dios y el más allá. Para los musulmanes, el centro sagrado es la Kaaba, una construcción en forma de prisma rectangular que está dentro de la mezquita Masjid al-Haram, ubicada  en La Meca (Arabia Saudita).

Por su parte, la yihad islámica es entendida como el esfuerzo que hacen los musulmanes, en un doble sentido. La yihad islámica mayor se da en el plano espiritual, y es la lucha interna con uno mismo; en tanto que la yihad islámica menor, es la guerra santa contra aquellos que agreden al Islam y contra los no creyentes.

Al analizar el espacio sagrado de   la yihad  islámica, es importante destacar  que éste tiene un alcance global. Esta es una diferencia importante que presenta el islam yihadista global, al compararlo  con el islamismo tradicional. En algunos países hay o hubo movimientos islamistas particulares, con actuaciones circunscritas a un ámbito territorial limitado, como por ejemplo los talibanes en Afganistán, o Hamas en Palestina, pero en cambio la yihad islámica tiene un  radio de  actuación global, que cruza las fronteras y no puede ser reducido a territorios nacionales.

Por Alfredo Portillo

alportillo@ula.ve

domingo, 4 de noviembre de 2018

El azar geopolítico de Jamal Khassoggi

Jamal  Khassoggi fue un periodista saudita, de 60  años de edad, que falleció el 2 de octubre de 2018 en la sede del  consulado de Arabia Saudita en Estambul (Turquía), luego de haber sido torturado y descuartizado por un grupo de agentes sauditas. Había nacido en Medina, el 13 de octubre de 1958, y durante los últimos meses publicó  una columna semanal  en el prestigioso diario estadounidense The Washington Post.

El azar geopolítico de Jamal Khassoggi


Khassoggi murió como resultado de lo que se podría llamar un azar geopolítico, toda vez que se atrevió a desafiar al régimen monárquico que gobierna en Arabia Saudita, al  pronunciarse en contra de la falta de democracia en su país,  y de la agresión armada que fuerzas militares sauditas han venido perpetrando  en la República de Yemen. Khassoggi estaba en la mira de las autoridades sauditas, en tanto que se le vinculaba con  los islamistas de la  Hermandad Musulmana,  y cercano al gobierno turco que preside Recep Tayyip Erdogan.

Sobre este caso dos valiosos artículos han sido publicados recientemente, los cuales ilustran la trama que está detrás de la muerte de Khassoggi. El primero de ellos está escrito por Hanna Fisher, titulado “El brutal asesinato de Khasssoggi: dilema entre moral y geopolítica”, en el que se explica claramente la impunidad con la que actúa el régimen saudita, ya que su peso geopolítico, basado en su riqueza petrolera, lo hace inmune a cualquier crítica o censura que provenga de las potencias democráticas occidentales. El otro, escrito por Faisal Devji, titulado “Jamal Khashoggi and the competing visions of Islam”, da cuenta de las rivalidades de poder,  que en el marco de la región del Medio Oriente, existen entre el gobierno islamista republicano de Turquía, y el régimen monárquico absoluto islámico de Arabia Saudita.

Jamal Khassoggi echó lo dados, al azar, y perdió.

Por Alfredo Portillo

alportillo@ula.ve
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