La lengua rusa pertenece a la rama eslava oriental de la familia indoeuropea, a la que también pertenecen la lengua ucraniana y la lengua bielorrusa. Su consolidación con sus actuales características se debe principalmente al poeta, dramaturgo y novelista ruso Aleksandr Pushkin (1799 – 1837), considerado el padre de esta lengua. Actualmente es lengua oficial en Rusia, Bielorrusia, Kirguistán, Kazajistán y Tayikistán, y utilizada en buena medida en el resto de los países de la antigua Unión Soviética, y por la diáspora de rusohablantes esparcidos por diferentes países.
La lengua rusa fue oficial en lo
que se conoció como el Imperio Ruso, que tuvo vigencia entre 1721 y 1917, en
cuyos territorios, que sumaban 23 millones de kilómetros cuadrados, habitaban
para los últimos años de su existencia, unos 170 millones de seres humanos,
agrupados en más de 100 grupos etnolingüísticos.
Luego, durante los años previos a la conformación en 1922 de la Unión
Soviética, y años sucesivos, se desarrolló un proceso de rusificación de los
diferentes territorios soviéticos, mediante la promoción de la lengua rusa y la
migración de rusos étnicos. La lengua rusa se convirtió en el instrumento de
comunicación interétnica y de consolidación del proyecto nacional soviético,
utilizada como lengua principal en las 15 repúblicas soviéticas.
Uno de
los aspectos más destacables del proceso que se inició en las repúblicas que
surgieron después de la disolución en 1991 de la Unión Soviética, es la
revalorización de las lenguas nacionales en la mayoría de éstas, en detrimento de
la lengua rusa. Comenzaron entonces procesos conocidos como letonización (en el
caso del letón), kazajización (en el caso del kazajo), estonización (en el caso
del estonio), etc.
Sin embargo, transcurridos ya más de 30 años, la lengua
rusa sigue jugando un rol muy importante tanto en el contexto de lo que es la
Federación Rusa como país, como en el resto de los países de la antigua Unión
Soviética y más allá. Se estima en unos
280 millones los hablantes de la lengua rusa, de los cuales 150 viven en la
Federación Rusa.
En
este sentido, la lengua rusa es un pilar fundamental del concepto o visión
geopolítica conocido como mundo ruso, el cual está definido culturalmente,
antes que territorialmente, y tiene sus
límites hasta donde haya rusos étnicos y
rusohablantes. Rusos hay en los países de la antigua Unión Soviética, pero
también los hay en Polonia, en Bulgaria, en Finlandia, en Mongolia, en Israel, y en otros más.
Por Alfredo Portillo
